Desde hace algunos años hemos
observado una creciente tendencia hacia la sostenibilidad y los productos
ecológicos. La sociedad, altamente consumista, ha decidido romper con las
pautas de consumo de productos de producción masiva y estandarizada, buscando
cada día más productos con valor añadido y personalizables.
Bicicleta de Bambú de
1896
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Al amparo de esta tendencia se ha vuelto a una práctica que se remonta al S.XIX, las bicicletas de madera. En el pasado se solían utilizar materiales como el bambú dada su resistencia y flexibilidad, aunque actualmente se opta más por maderas como el fresno e incrustaciones de maderas exóticas.
La elección de las maderas como principal material para su construcción, no es casual, y no se debe exclusivamente a sus cualidades estéticas, sino que se basa en sus propiedades de amortiguación, su alta tolerancia a los impactos y su absorción de las vibraciones de forma natural.
El uso de estos materiales pueden resultar en un primer momento sorprendente y parecer que responden más a una cuestión estética que funcional, pero estas bicicletas son tan resistentes como cualquiera de las que podemos encontrar en el mercado con cuadros de aluminio, acero o carbono. Además de permitir un alto grado de personalización, el cual las bicicletas "convencionales" no suelen permitir.
Foto de Bicihome.com |
Aunque sus ventajas técnicas y estéticas son evidentes, cuentan con unos ligeros inconveniente derivados de su producción artesanal, los cuales repercuten en el tiempo de espera y en el precio.
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