Un poquito de historia…
La madera es considerada uno de los
primeros materiales empleados por el hombre para construir sus refugios. Existe
la hipótesis de que fue dentro de la evolución del hombre Neandertal al de Cromagnon -
hace unos 40.000 años- cuando estos primeros habitantes, durante el verano o
durante sus viajes, usaron como refugio, en una primera etapa, árboles caídos y
posteriormente pequeñas construcciones desmontables de ramas y hojas. Con el paso del tiempo y la evolución de las
civilizaciones, se desarrollaron nuevas técnica, y se descubrieron nuevos
materiales que poco a poco desplazaron el uso de la madera en la construcción.
Fuente: Senosiain.1996 |
En la actualidad…
En España nos estamos enfrentando a una etapa en la que el sector inmobiliario está bajo mínimos, por lo que sorprende ver cómo ha aumentado la construcción en madera.
En la última década, la madera ha vuelto con fuerza en su
uso como elemento constructivo en España, y se nota en el número creciente de
empresas que se han especializado en la construcción con este material. Este
hecho se debe, no sólo a los cambios en la tecnología de la madera o la
tipología de las estructuras que se construyen con ella, sino que también
influyen factores medioambientales y económicos.
Fuente: Imagen de casaycampo.es |
Las viviendas de madera se
construyen rápidamente y pueden llegar a ser hasta un 30% más baratas que las
viviendas de hormigón y ladrillo habituales. Actualmente, la construcción en
madera está completamente industrializada, lo que se refleja en que: abundan
los elementos prefabricados; se facilita el control de calidad; rapidez de
montaje al tratarse de uniones secas; flexibilidad y capacidad de reutilización
de materiales. Todo ello en beneficio de la sostenibilidad de la construcción y
mejora del medio ambiente.
Además, este tipo de viviendas suponen un ahorro energético de entre un 50% -60% al año en calefacción y aire acondicionado, debido a características térmicas de la madera. Dichas características térmicas consiguen crear ambientes templados: cálidos en invierno y más frescos en verano. Este hecho se debe a las propiedades higroscópicas de la madera, es decir, a su capacidad para regular la humedad relativa y la temperatura del entorno.
Esto no quiere decir que la madera vaya a reemplazar a otros materiales
de construcción más extendidos como son el acero o el hormigón armado, sino que
estamos viviendo una vuelta hacia el uso
de materiales naturales que nos acercan cada día un poco más a los entornos
naturales.
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