¿Cómo se fabrican los lápices?

Los lápices son una constante en nuestra vida, desde que éramos niños en el colegio hasta la actualidad en nuestros lugares de trabajo y nuestro día a día. Pero, ¿realmente cuanto sobre ellos?

Un  poquito de historia…

Como gran parte de los mayores descubrimientos de la historia, el descubrimiento del lápiz o más concretamente del grafito que lo compone, fue de casualidad. Una tormenta arranco de raíz un roble gigante, en Borrowdale, Cumberland (Gran Bretaña) dejando al descubierto un yacimiento de grafito muy puro.

Los pastores empezaron a usar este producto para marcar a sus rebaños. Al principio lo usaban envuelto en pieles o hilos, ya que manchaba las manos de negro, y no fue hasta el S.XVIII que los italianos Simonio y Lyndiana Bernacotti inventaron el revestimiento de madera.

Durante la guerra napoleónica y dada la escasez de grafito, Nicholas Conté, ingeniero de Napoleón, utilizó un método para conseguir varillas de grafito artificial de alta resistencia, a partir de grafito pulverizado con arcilla, mezcla que luego se cocía. En 1812 William Monroe perfeccionó el proceso de la fabricación de grafito artificial. Todos estos avances en la fabricación del grafito artificial perduran hasta la actualidad.

¿De qué madera están hechos los lápices?

Son varias las maderas que se pueden emplear para fabricar lápices, entre las que podemos encontrar los pinos, el enebro o los tilos, entre otras. Pero la madera por excelencia de un lápiz de buena calidad es el cedro, concretamente Calocedrus Decurrens, también conocido como Cedro de Incienso.

El uso de esta madera responde a cuestiones prácticas, ya que entre las cualidades de esta madera destacan: lo fácil que son de trabajar, lo suave que quedan las superficies permitiendo un fácil lacado, además de permitir el afinamiento de la punta sin generar astillas, y su resistencia a cambios de temperatura y humedad sin sufrir ningún tipo de daños (combarse, torcerse, agrietarse o encogerse).

¿Porqué los lápices son amarillos?

A finales del S.XIX los lápices se pintaban de color oscuro o ni siquiera se pintaban, hasta que en 1890  L&C Hardtmuth Company de Austria-Hungría introdujo su marca de fábrica «Koh-I-Noor».

 Estos nuevos lápices, pintados de color amarillo, eran de una gran calidad y contaban con diferentes durezas. Su intención era convertir estos lápices en el mejor y más costoso lápiz del mundo. Viendo el éxito obtenido, otras compañías adoptaron este mismo color en sus lápices para que fueran asociados con este producto de alta calidad.

Existen varias teorías de donde surgió la inspiración para este color, aunque la más extendida señala como fuente de inspiración al país de procedencia del grafito usado en aquellos tiempos. Durante el S.XIX el grafito de mayor calidad procedía de China, y para destacar este hecho los fabricantes usaron el color amarillo en los lápices, ya que este color representa a la realeza de dicho país.

¿Cómo se fabrican los lápices?

Fuente: Faber-Castell