jueves, 3 de septiembre de 2015

La madera flota, ¿seguro?


Troncos flotando
Troncos flotando. Foto de: bajoelagua

“La madera flota”. Es una afirmación con la que la gran mayoría de personas estaría de acuerdo, pero hay factores que pueden contradecirla. Más allá de las características físico-químicas del agua, existen maderas que por su densidad no siguen esta norma.


Por ejemplo, si lanzásemos un tronco de boj al río, este flotaría a duras penas, pero si lanzamos un tronco de ébano este se iría directo al fondo. Este hecho se debe principalmente a la densidad de la propia madera. Para que una madera flote su densidad debe ser inferior a la del agua, sin embargo algunas maderas tropicales superan su densidad.

Además del ébano, la madera de los árboles palo de arco, palo santo, espina perilla, jatoba y quebracho son también más densas que el agua. Aunque estas maderas por su densidad natural se hunden si un tronco de una madera menos densa se satura de agua también termina hundiéndose.

Árboles hundidos
Foto de:atlasofwonders
Cuando la madera está seca, la parte interior de sus células se encuentra vacía, pero si se mantiene en contacto constante con el agua esta parte de las células comienzan a absorber agua  y a expandirse. La madera se vuelve más y más densa a medida que las células se expanden y se impregnan de agua, hasta que no puede más. Es decir, cuando la madera está seca la densidad de ella es menor, pero a medida que esta absorbe agua la densidad comienza a aumentar y con el tiempo puede llegar a superar la densidad del agua, provocando que esta se hunda.


Así que, si nos preguntan, ¿la madera flota? Nuestra respuesta siempre será, depende.

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