Con el calor del verano acompañándonos
de noche y de día, tenemos que buscar cualquier solución para refrescarnos. Es
cierto que en la mayoría de hogares y comercios cuentan con equipos de aire
acondicionado o en su defecto con ventiladores pero, cuando nos encontramos en
la calle, sólo nos queda recurrir al socorrido abanico de toda la vida.
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Maza de Menes (3.000 a.C) |
Su origen se pierde en el tiempo,
al igual que su procedencia, ya que existen varias teorías y leyendas que
establecen diferentes lugares y épocas para ello. Pero, basándonos en pruebas
tangibles, la primera representación gráfica aparece en Egipto en la cabeza de
una maza ceremonial perteneciente a Menes (aproximadamente 3.000 a.C.), en la
que se observan dos portadores de abanicos tras el monarca.
Gracias a las representaciones y
hallazgos encontrados, sabemos que a parte de los egipcios, los babilónicos,
griegos y romanos los utilizaban. Dependiendo del país, los usos, la cultura y
las épocas, el abanico fue adquiriendo características representativas que los hacían
únicos.
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Cuadro explicativo historia del abanico por países y épocas. |
Cómo muchos otros elementos ornamentales,
durante muchos siglos, el abanico establecía el estatus y el poder de su dueño,
siendo usado tanto por hombres como por mujeres y fabricado en multitud de materiales. Alcanzó su etapa de
mayor esplendor durante la época de Luis XIV y Luis XV, y no fue hasta el S. XX
que el abanico se convirtió en un elemento únicamente femenino. Llego a tal punto su popularidad, que en
algunas cortes, se convirtió en un completo obligatorio para cualquier dama.
El abanico llegó a transformarse en
un elemento comunicativo, con el que las mujeres desarrollaron todo un lenguaje alrededor de su manejo durante los
S.XVIII y S.XIX. A través de diferentes movimientos e interacciones con él,
podían comunicar sentimientos, preguntas o pensamiento, que por las estrictas normas sociales, no les era permitido expresar en viva voz.
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Abanico actual Foto de: abanicosvalencia.es |
En la actualidad es un elemento
en declive, aunque siguen quedando tanto artesanos que los fabrcan como nostálgicos que continúan
usándolos. En el mercado podemos encontrar un gran surtido, tanto en la madera de
sus varillas como en las características ornamentales (telas, decoraciones
pintadas a mano, etc.) donde elegir, aunque las más comunes son peral, abedul,
palo santo y ébano.
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